miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tal vez el cielo reprocha lo que se le esconde al viento…


¿Apreciarán las nubes el caer sobre tu cuerpo? Debes recordar que una parte del cielo se condena al interrumpir su camino por humedecerte el día, caso distinto al del bosque: toda flor y toda planta espera que el cielo la acaricie, con lluvia, con estrellas o con amanecer…

¿Nunca te has preguntado a qué le saben tus suspiros al viento? Le toca llevar por la vida tantos nombres como personas visita, algunos se le repiten ya que muchos suspiran por el mismo ser: unos por el pasado que fue, otros por el que hubiera sido…


Tal vez es el cuerpo, con su cansancio y sus fiebres, quien habla con el cielo y llora con el viento…


Tal vez el cielo reprocha lo que se le esconde al viento…

martes, 8 de noviembre de 2011

Paréntesis de la rutina…


Era oscuro, desolado, lleno de presencias sin presencia y de sombras que olían a ausencia. La libertad me paseaba por el recuerdo: entre letras de canciones y melodías que hubiera preferido no recordar. Sentía algo parecido al frio, algo parecido a la necesidad del acetaminofén; de la cafeína. Ahora que lo pienso algo había, algo había de compañía…

La percusión de los pasos, siempre cónsona con el segundero: nuevos cuentos de pasión entre el tiempo y el arrepentimiento. Se escribieron de nuevo la infelicidad y el sueño…

Dedos Arañas empezaron a caminarme el hombro; abrí los ojos y me vi en otros ojos: ¿Te dormiste? Es hora de volver a trabajar…


Pensando


El premio de la soberbia son malos ratos y malos recuerdos. No la impongas; que te la toleren no significa que te la acepten…

Haz del mundo eco de tu voz, no que la voz del mundo te haga su eco…

La virtud del discernimiento y la persistencia por la superación; también nos la dan los buenos malos momentos…
De vasos de sacrificio mejor se bebe el néctar del logro. No lo bebas de un vaso ajeno; más que un secreto, robas esperanza


La desproporción es el equilibrio…




lunes, 7 de noviembre de 2011

Términos sin terminal…


El secuestro de los términos está de moda, así lo hemos permitido. No se crea turista donde lo ven como inmigrante, no compare su visión de residente cuando usa anteojos de visitante. El significado de un término cualquiera va ligado al lugar y al momento de su pronunciamiento; más allá de la voz que lo dice, de las manos que lo escriben o de la piel que lo vive. Es más, va más allá incluso de los gestos, de las palabras; de las imágenes. Lo que somos y queremos ser es fruto del momento y del lugar...

Vale recordarlo…

viernes, 4 de noviembre de 2011

Apellidos Comunes


Se me cierran las ventanas del mundo pensábamos todos uno por uno. Un tal Pérez confesaba que lo único que le movía el alma era la estupidez: mucha gente redunda entre preguntas y respuestas pareciendo eco del eco, Yo los detengo con mi interrupción; capto su atención, consigo esa expresión propia de los rostros y tan sublime que sin hablar me dice: ¿Eres estúpido? Un gesto tan sincero como pocos si es que hay otros; un gesto que me da el poder de ser Yo quien pone la frase en el pensamiento del estúpido verdadero, sin necesidad de decirlo ni de decírselos. Un Rodríguez cualquiera acotaba que su importancia se basaba, más que en la estupidez, en el constante requerimiento: no pido favores, no importuno, pero sé que al no molestar, molesto. Me llaman constantemente para pedir que haga aquello, que haga esto; no quiero hacer lo uno y lo otro mucho menos, pero me siento muy solo cuando nadie interpone algún requerimiento. Hablaron los Martínez, que sin unos cuantos tragos no pueden decir ni sonreír: la vida es tal cosa, las cosas de una tal vida. Márquez: Márquez calla viviendo de los testimonios y del regocijo que se procura con el silencio…

Se es Pérez en ocasiones, la rutina puede llevar el apellido Rodríguez, cualquiera es Martínez en una reunión, y a veces, en la sobriedad de la soledad, se llega a ser Márquez…



Saludos en letras…

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Nunca mentimos?


Se me escapó un delirio y lo hice frase: la Verdad es excluyente, dicotómica. Cuando no libera, condena. A diferencia de la mentira. Acto al que le rindo homenaje hoy a causa de otro delirio: con la reserva de una verdad nace una mentira…


Se me ocurrió pensar en el amor y en la política, nada parecido al amor por la política, o las políticas del amor si es que tal cosa existe. Pensaba en estos dos temas separadamente, unidos por mentiras y verdades del día, de la voz y del silencio. Para que un argumento que emane de un discurso político sea verdad, necesariamente tiene que ser para unos y algunos, al decir que es para todos, sólo se me ocurre invocar al primer delirio. En el amor pasa algo similar: hay que callar (reservar) alguna verdad de vez en cuando para preservar al sentimiento, y aquí cito al segundo delirio…


Entonces: ¿Nunca mentimos?