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lunes, 23 de agosto de 2010

Eduardo Galeano


El derecho al delirio


Ya está naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los cristianos es el año 1379 de los musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos.

El nuevo milenio nace un primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. Y la cuenta de los años de la era cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque nadie sabe cuando nació.

El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo entero celebra y teme esta frontera.


Una invitación al vuelo

Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio.

La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea.

En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros; la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor; el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas; la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar; se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas; los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos; los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas; la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo; la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero; nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene; el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda; una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú; en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria; la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo; la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: ''Amarás a la naturaleza, de la que formas parte''; serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo; la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.







Muchas gracias a
NoTeSalves por su publicación previa sobre El derecho al delirio...

Por si gustan otras páginas:
El mundo patas arriba...


Saludos en letras!!!


@OrlanSilva

martes, 17 de agosto de 2010

2.0


Hemos agigantado los pasos; sólo una danza de nuestros dedos puede llevarnos a las más lejanas culturas y distintos modos de pensar.

Es permitido alejarnos de la persona cuyo aliento y respiración pueda percibirse con tan solo exponer nuestra piel un poco.

Es permitido enamorarse de una imagen inanimada, de la cual sólo nos llegan palabras de su texto.

Hemos cambiado, a veces para bien, pero hemos cambiado. La rutina solía impregnarnos con el rocío de la infelicidad, ahora podemos escaparnos por la “ventana” que se apellida con números, un par de letras y hasta incluso la redundante palabra “vista” en muchos casos…

Muchas veces me siento agradecido, otras pocas; arrepentido. Me he creado la obligación de compartir, y paradójicamente la disfruto, incluso siento la presión del compromiso y la gloria de sentirme leído.

Me regalo unos minutos para crear senderos con mis dedos sobre letras, y así dar vida al pensamiento que no sabría cómo pronunciar:

¿Podemos sentirnos solos al rodearnos de rostros y hasta de sonrisas que nos involucran?

¿Podemos sentirnos en grata compañía, cuando el único cuerpo que respira en una habitación es el nuestro?

¿Podemos detener el tiempo de la mente al viajar por innumerables recuerdos?

¿Podemos navegar en el océano de perspectivas que llamamos Noticias?



Podemos; o no podemos…

domingo, 30 de mayo de 2010

Pionero y Ejemplo


Las rutas se construyen
con las huellas que vamos dejando al ser pioneros,
y vamos siguiendo de los ejemplos

Infiero que:

De ejemplos podemos hacernos
y pioneros nos conocemos;
nos ayudamos y agradecemos,
compartimos y hasta llegamos a querernos.


A veces nublamos
el sentido común de lo que vemos,
a veces nos dibujamos
en simple blanco y negro.

Nos situamos al margen
y valoramos investidos de jueces expertos…



Entonces, nos ocurre:

Se nos esconde el recuerdo,
el sueño
y el pensamiento del Pionero y del Ejemplo


http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-generales/284234-pionero-y-ejemplo.html

miércoles, 3 de marzo de 2010

14 de febrero o no


Siempre podremos
dar un beso de amor o cariño,
unos dos o tres fraternos golpes en la espalda de un buen amigo
a la razón de un abrazo,
podemos murmurar un Te Quiero
para el amor de lejos,

o pronunciar cada letra de tan especial frase
con tan solo una mirada a quien amemos.

Podemos tocar el cielo
con la unión de dos cuerpos regidos por la pasión,
podemos ofrecer un hombro
para la pena de algún compañero.

Pudiéramos soñar un porvenir nuevo,
o escribir una carta con el amor en versos,
podemos ver San Valentín como pretexto,
podemos cambiar o seguir nuestros actuales preceptos.

Mucho podemos.

Hoy es un buen día para comenzar…


Dedicado a mis apreciados



Feliz Día para el amor, la amistad y los buenos sentimientos
(Cualquier día es bueno para celebrar)



http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/265905-siempre-podemos-14-de-febrero-o-no.html

viernes, 13 de febrero de 2009

La Condena


Se llega a amar cuando se sufre,
o más bien se sufre cuando se llega a amar.
¿Cómo saber lo que me pasa?
Si te amo cada vez que vienes
y te sufro cuando no estás.

Mi alma se disfraza
se cubre tras palabras,
que bien no han sido pensadas;
esconden el sentir de mi alma.

Alma ésta,
que de tus recuerdos no se separa.
Que por querer encontrarse con la tuya,
de pasión estalla.

Por las noches,
cuando sólo mis dedos acarician mi cama,
cierro los ojos,
a ver si te veo detrás de la almohada.
Luego al mirar, al volver a mirar,
me doy cuenta de que tengo que mis ojos cerrar,
para contemplar tu sonrisa.
Tengo que imaginar,
para tu cuerpo, acariciar.

Entonces llega,
el despertar de mañana,
el momento donde mi mundo,
el de los sueños,
no está.
Es ahí,
cuando quiero cerrar los ojos,
a ver si puedo decirte hasta luego,
sólo que he abandonado el sueño.
Ya este, mi mundo,
me ha despedido otra vez,
y a la prisión de estar despierto
sigue mi condena otro día más.

Se torna difícil amar en sueños,
cuando se es condenado a despertar.
Desespera esperar la soledad, la noche,
la cama vacía,
las cosas que me harán volverte a soñar.
Y este, mi mundo,
que de nuevo me abre sus puertas,
que me hace su adicto.
Un adicto al que le disminuyen la dosis,
un poco, cada día.

¿Y durante la luz?
Cumplo mi condena.
Cada mañana tengo que despertar,
tengo que nadar sin balsa
en este océano de soledad,
entre preguntas y rostros,
entre conversaciones frívolas y superficiales.
¡A veces me alejan de mi libre soñar!

Sin embargo,
siempre el sol por la tarde se va,
entonces llega, otra vez,
siempre aminorada, pero siempre llega.
Mi dosis de sueño,
la entrada a mi mundo,
a ese mundo en el que nos podemos amar.

De nuevo rayos de luz
de una atareada mañana.
¡Al fin el sabio silencio!
Un calmante para seguir con mi condena,
que aunque no la acorta,
a vivirla me ayuda,
a vivirla con paciencia.

Por suerte no es solo este cielo
el que la luz visita,
y ya se está por marchar.
Ahí de nuevo llega, vuelve,
el poder ficcionario de mi sueño,
el que abriga mis anhelos,
el que cubre y protege
este sentimiento de querer creer,
con menos dosis,
pero con mucha fuerza.

¡Ahí viene!
¡Otra vez!
El alba, el rocío.
Yo, que en mi mundo me encontraba,
tengo que - Una vez más - dejar de soñar,
incorporarme a mi condena,
al mundo de la realidad.


http://www.mundopoesia.com/foros/tu-obra-maestra/181566-la-condena-mi-primer-poema.html