La cultura popular nos hace llegar flores de proverbios con pétalos de enseñanza. Por muy jocosa que pueda resultar una expresión; al final deja verse como aprendizaje en el espejo de una vida…
Argumentos llegan con la brisa de las conversaciones externas; para no decir ajenas. En diversas ocasiones he escuchado, unas veces con la mirada del locutor hacia mí; otras no, pero he escuchado; que los problemas deben afrontarse para que puedan resolverse y dejar de ser llamados problemas. – No tengo problema con afrontar un problema, pero la ausencia provocada del mismo, o de los mismos; tiene un cierto aroma de tranquilidad de jardín: Una paz ecológica que tiendo a procurarme. –
“Todo tiene solución menos la muerte,” pero sinceramente la muerte no es la única que se escapa de la solución; hay momentos en que solucionar implica ceder, y no siempre la disposición y la voluntad salen juntas a pasear por las calles de la conciencia y la razón. Es así como considero, que en ocasiones, el distanciamiento no tiene que ser objeto de juicio; puede ser una alternativa temporal, para que las veces que se mire al cielo superen a las veces que se mira el suelo…
Como la pastilla para el insomnio, como la Viagra, como las bebidas energéticas, como los placeres que se pagan…
“Ojos que no ven, corazón que no siente”