miércoles, 27 de octubre de 2010

El inevitable equilibrio de la vida…


En cada paseo de cotidianidad que se percibe a título personal se nos concede contemplar, en el alma o en la piel ajena, cómo la vida busca sin cesar el equilibrio de lo que se da y se recibe…

En mi vasta ignorancia sobre la física cuántica y todos aquellos buenos argumentos sobre el poder de la mente, se vislumbra, y por qué no; me otorgo el atrevimiento de vislumbrar que la fuerza emisora y generadora de sentires está dotada de la misma fuerza en reciprocidad…

Algo así como los sueños que se sueñan, si permiten la presunta redundancia:
Sueñan con dinero los que carecen del mismo; sueñan los llamados ricos, con el placer de lo sencillo. Los afamados suspiran por un sorbo de anonimato, los promedio despiertan con la ilusión de admirar sus nombres en titulares y noticieros. Los que practican el sexo por mero placer sueñan con hacer el amor y los enamorados anhelan momentos de placer. Los poderosos, aun en sus islas de poder, ansían nadar sin ahogarse por los mares de los sueños comunes…

El que mucho ama, mucho le duele el amor; el mezquino siempre termina gastando lo que alberga su egoísmo. Las consecuencias llegan más pronto para quien vive sobre riesgos, la tranquilidad pesa demasiado para quien no arriesga un momento. La vida vive a quien no la vive, y si se vive demasiado poco se vive…

Este delirio no es nuevo ni soy el único que lo siente; mucho menos quien lo plasme en letras; no es esta una prosa que cautive, pero las letras sirven para gritar y para encontrarse con otros gritos silenciosos…


Gracias, Galeano…




Gracias a ti que llegaste hasta esta línea…

lunes, 25 de octubre de 2010

100


Pocos días antes de procurarme la motivación de estas líneas, tuve la revelación 2.0 que inquieta mis dedos sobre estas teclas, una vez más…


En un enlace de una de las cuentas de la red social de 140 caracteres que sigo, llegué hasta un artículo que entre párrafos pude extraer: Descubrieron que siete de cada diez tweets se pierde en el astral hueco negro del olvido sin ningún tipo de reacción detectable.”


Lo primero que me gustaría exponer es que quisiera agregarle una “n” al final de la palabra “pierde” para leerlo con mayor agrado. A todas estas no estoy seguro de que esté gramaticalmente incorrecto, pero de igual forma le agregaría la letra para mi propio gusto…


No critico a la persona que lo hizo, y seguramente hasta corto se pudo haber quedado en ese estudio; pero sí aprovecho este “post” número 100 para gritar, a través de las letras, unas pocas líneas:


Creo que más de una persona, además de este servidor, ha conversado con la soledad alguna vez; y del presuntamente penoso diálogo esperó una respuesta que acaricie a la conciencia con la brisa sabia de la tarde; o de la noche, con una copa en mano; de la mañana quizás, cuando despertamos solos. La herramienta de red social abarca hasta a los delirios: individuales y colectivos; y ciertamente, evidenciamos una gran necesidad de desahogarnos: en el silencio del trabajo, de la clase; en el transporte público y hasta entre voces jocosas que distraen durante la plácida compañía en alguna noche…


Por eso, aunque nos digan con estudios estadísticos que “hablamos solos también en 2.0,” recurrimos a la herramienta para gritar callados; llorar en letras, y suspirar con los labios cerrados; entre miles de delirios que emanan de la mente moderna y la sociedad globalizada…


Con una diferencia interesante:

Tres de cada diez tweets podrían llegar a recibir respuesta…





Artículo: http://www.infociudadano.com/2010/10/24/por-que-sali-de-twitter/

Leído del Tweet: http://twitter.com/#!/marilynsnchez/status/28650003327