Susana despierta un día más a causa del poder del ruido adquirido con una alarma para la realidad. Nuevamente, se ve obligada a portar una edad, un vivir; y una rutina que cada espejo le recuerda sus ojos abiertos con puñados de horas sin retorno. El sonido de algunas voces indica el regreso de los familiares y la convivencia; y un uniforme colgado la espera a pocos pasos de una puerta…
Como otra mañana de ciudad, sus pasos resuenan y de sus sueños; mentiras nuevas. Algunas sonrisas para no descartar la cortesía, y nuevas horas para su colección de vida…
Como otra mañana de ciudad, sus pasos resuenan y de sus sueños; mentiras nuevas. Algunas sonrisas para no descartar la cortesía, y nuevas horas para su colección de vida…
¿Quién pudiera ser Susana?