miércoles, 2 de marzo de 2011

Mañana


A brazos del semisueño fueron a parar el dolor, recordado por el mal comer; y las pocas certezas del futuro. Asumiendo que cierto presente (mañana, ya pasado) habrá de repetirse...




¿Y si Mañana no llega...?





La voz del tormento…


Tormentas de tormentos amenazan al estacionamiento de palabras, y en cuyo techo, aun por construir; reposan los materiales de la razón y revestimiento de la esperanza… Almas al más dulce deseo, y sueños; para los constantes soplos de aliento.Voces internas que gritan y callan desde sus caminares de oficina, junto con el porvenir propagandista de la moda a medias de algunos medios… Nos gusta encerrarnos en el cuento ajeno, en el opinar tercero; últimamente tan liberador y a su a vez distractor de los pensamientos sinceros, esos que ocupan y preocupan durante el tiempo y sus momentos… En un cajón, y a veces en un teléfono, han de fluir los tonos con que se entonan los desahogos; los que las caras conocidas desconocerán por tanto silencio consumado y también consumido…



Así ha de navegar la voz del tormento…