Nos regalamos una primera sonrisa,
una primera mirada;
nos recordamos en primeras lágrimas
y en ese calor cuando me abrazas…
Fuimos mucho y somos todo
y siempre;
siempre vamos a ser:
como el deseo de La Noche por hacerse amanecer,
como la luna a luz del día esperando el atardecer;
como las plantas que miran al cielo siendo flor de color,
o quizás como la arena cuando la saluda El Sol…
Nos escuchamos los anhelos,
nos entendemos en los sueños.
Siempre disfruté acariciarte y detenerte el tiempo.
Inolvidable cuando nos reconocimos con la voz de tu aliento…
Seremos almas
y lo seremos de nuevo;
seremos seres
y siempre lo seremos.
Justo ahí,
cuando volvamos a ser carne
elijo nacerte
porque elegiste ser Madre…