lunes, 7 de enero de 2013

Mientras se (nos) consumen…


Si uno apremia demasiado al propio cerebro, es capaz de saltar como un tablero eléctrico sobrecargado, o de empezar a hacer sabotaje…

El escritor sólo puede escribir de una cosa: lo que tiene frente a sus sentidos en el momento de escribir… Soy un instrumento que graba… no pretendo imponer un “relato”, un “argumento” o cierta “continuidad”… En la medida que logro el registro directo de ciertas áreas del proceso psíquico, es posible que desempeñe una función limitada… No pretendo entretener…



Por una Interzona: 
 
Me dormí leyendo, y las palabras adquirieron un significado en código… obsesionado con los códigos… el hombre contrae una serie de enfermedades que implican un mensaje en código… Es dudoso que pueda haber vergüenza en la ausencia de la libido sexual… Una dosis nunca repite el vicio, chico. – Sé lo que hago. – Todos lo saben, siempre… “Sea justo, y si no puede ser justo, sea arbitrario.” Pictografías telepáticas (…) Podrán conocer mejor la personalidad de cualquiera hablando que escuchando… El sistema nervioso humano puede ser reducido a una columna vertebral compacta y abreviada…


En una Interzona cualquiera:
 
El resultado final de la respiración celular completa es el cáncer. La democracia es cancerosa, y las oficinas son su cáncer. Una oficina echa raíces en todas partes en el Estado, se hace malévola como la Oficina Narcótica, y crece y crece, siempre reproduciendo más de su propia clase, hasta que esto ahoga al huésped si no es controlado o extirpado. Las oficinas no pueden vivir sin un huésped, son organismos parásitos verdaderos…


Naked Lunch
William Burroughs
 

martes, 1 de enero de 2013

¡Oh por tunos!




Las oportunidades se rebelaron y dejaron de asistir a las reuniones de los deseos. Una pandilla de Malos Momentos hizo popular a la Envidia entre los anhelos. Se fumaba, se inhalaba; algunos se la inyectaban: todos conseguían el placer, muchos aseguraban que no había algo tan bueno como soñar con lo que no se tiene. Una carencia suplida es una historia menos qué contar y una razón más a no envidiar…

Declarada la falta de quórum, los deseos se apoyaron en Los momentos (quizás los buenos) cosa que al Tiempo, por imperfecto, no le gustó. Se llenaron de vacíos, el presente se hizo pasado y el pasado a su vez, pesado…

Amaneció el mañana y se cambió el género; pasó de Día a Menos Horas. Alguien habló en silencio; para sí, para que no todos lo escucharan: no los envidio por lo que tienen y yo no tengo, si no por lo que no tuve; aún ahora pudiéndolo tener



“lo que fue,” así se llama la piedra que no puede remover la voluntad. Y por eso, por rabia y por despecho, remueve piedras y se venga del que no siente, como ella, rabia y despecho…
Nietzsche (como Zaratustra)