No es porque no razone y no es por querer ganar. Mi inquietud descansa sobre praderas artificiales de descontento. No es que me lo hayan hecho o quieran hacérmelo. Es el querer sentir que me lo hacen y contesto por eso; por lo que fui y otros no fueron, por lo que no soy y pudiendo. El victimismo que me justifica derrotar y la megalomanía que nunca pierdo. Contexto sin texto, pero con muchas palabras dichas en gestos. No es un tema de envidia, es que la culpa no la tolero, de eso se trata el dolo; de quererlo. Te vi triste y me contento por eso, una vez más tu silencio es rutinario para mis pretextos. Te sientes culpable por mi ira y yo me regocijo en tus lamentos. Me llamarás para dejarlo todo atrás y accederé a tal requerimiento, siempre sabiendo que te herí y lo llevas dentro. Brindo y no por maldad, si no por la justicia en mis sentimientos…
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
jueves, 21 de marzo de 2013
miércoles, 20 de marzo de 2013
Cuarto oscuro y cambios de una letra...
Llegó el insomnio vestido de madrugada a saludar las luces apagadas y a las puertas cerradas. El alma anfitriona esperaba con un par de copas servidas en letras y unos cuantos reclamos de boca llena. Las palabras se alojaban en el texto con muchas ganas de ser corregidas, quizás por el cansancio o quizás por el despecho. Unas pocas afortunadas malas noticias se recordaban, se trajeron a colación. Era hora de reflexionar los absurdos de la cabeza. Vienen importantes fechas; una historia se construye y todavía sus protagonistas no llegan a la escena. Bases presuntas para opinar y bases ciertas para la pena. Un sorbo de resignación; unas dudas con certezas. Bebimos y callamos, no hay ventanas ni luna llena. Una película sin volumen se transmite desde el televisor: puras muecas. Un recuerdo; problemas que se esconden en una letra. No enseñan, se ensañan; amargura, amar cura; los predios, los precios; el gesto, el gasto. Insultos, indultos. El sentir, el mentir. No es casual y sé que todos alguna vez lo hemos vivido: falta de aprendizaje por el ensañamiento, momentos amargos por vacunas contra el amor, poner montos a los límites de nuestros adentros, tener que pagar para ganarse unos pocos besos; aguantar, para ya no ser prisionero; dar lugar a la mentira por puro sentimiento. Así son las palabras del insomnio…
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