viernes, 7 de febrero de 2014

Apuntes sobre la ilusión




Lo que empezó como una burla se hizo también un juego. Una costumbre que no data de muchísimos años; “la viva esperanza, las expectativas favorables depositadas en personas o cosas.” Los significados cambian con el tiempo y como signo de una conveniente y convenida evolución de las palabras. 

En un intento por delirar, pareciera que la unión de unas cuantas sílabas tiene un valor cual dinero circulante en billetes de baja denominación. Unimos varios para dar con una cantidad mayor, para alcanzar el precio de eso preciado; bueno, así se le toman a las palabras: inflación y devaluación, conversión y control cambiario. Ya Galeano habló una vez de inflación palabraria, yo me refiero a usos alternativos, tipo contrabando, o chanchullo; como decimos aquí… 

Tomemos un papel en blanco, escribamos con tinta, con grafito o con tizas, con un portaminas casi dañado del que sólo se puede esperar rasgaduras para el papel, bueno, con cualquiera de los mencionados, luego tratemos de borrar para escribir de nuevo; una misiva, una confesión de frustración. Enseñémosla a alguien, una, tres, cinco y cualquier impar que se nos ocurra en veces; siempre quedará la curiosidad de qué hubo escrito antes, más aún que el mensaje de ahora, y eso pasa con las palabras, que siempre albergan un par histórico y distinto y cuya carga se deja entrever a causa del tiempo y de las veces (y no debe ser casualidad que para el inglés ambos sean time)

¿Pero cuándo dejó la ilusión de ser burla para ser esperanza? ¿Qué fue ilusionarse?

Para quienes hoy en día respiran, la ilusión es un motor de vida que bajo ningún concepto debe dejar de funcionar, eso hace que entre en el comercio, que se venda, que se rente y que se pague con el fruto del trabajo. 

Lo que le vemos a las celebridades, lo que se pone de moda, lo socialmente admirable, los temas de conversación; el sensacionalismo – y no como vicio periodístico, sino como grandilocuencia de lo vivido – “la vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda…” ¡Y vaya cómo la contamos! 

No en balde la ilusión, que etimológicamente empezó como un juego, sea hoy en día destino de nuestra pasión y despecho; tal como el amor…

¡Salud!

sábado, 1 de febrero de 2014

Huellas



A veces nos convertimos en lo más remoto que perciben los ojos de alguien que en las noches de duermevela mira una luna compartida por las almas que se conectan sin ellos saberlo...

I
Puedo volar y escribir "cielo" al mismo tiempo,
dormir la siesta en otro planeta,
escribir amor al mismo tiempo que tú
y sonreír a la vez,
me perdí y te encontré...
¿o será que te encontré cuando me perdí?...
ese era el lugar que me gustaba...
ese punto de encuentro,
porque ese era precisamente el lugar exacto,
para eso andábamos por este mundo,
para encontrarnos.

II

¿Quién nos lo iba a decir?
¿Quién nos iba a decir que cuando el amor roza la eternidad
el tiempo ya no cuenta... descuenta soledad
sólo los cinco sentidos planean en las horas
de una noche vestida de estrellas,
en un espacio donde habita el amor y la vida
donde la luna recoge el reflejo de dos almas perdidas...
y a mí, sólo se me ocurre
regalarte besos que reconforten
esos difíciles momentos, esos tristes momentos de desaliento.
Las noches quedaron para otros
y yo comencé a dibujar sombras chinescas
en la pared desnuda que me apresaba,
sombras de tristezas inservibles
que desgarraban mi alma
y cuyos pedazos caían
a un pozo vacío de esperanza.
Dicen, que si le dices a alguien
palabras de amor mientras duerme
quedan grabadas en su subconsciente
¡¡¡¡quédate!!!... susurré
pero no pudiste hacerlo
y una sagrada soledad, se adueñó de mí.

III
es el sonido de su persona,
pero no eres tú,
ni soy yo,
es ella que no siente a la luna más que neutra,
que ama ver tildar su estrella...
comparte una luz con ella
¡qué frágil el brillo!
aun distante conecta espacio si fuese mío,
no de ella,
ni otra que caricia buscaría más que de aquella bruja...
o alguna que fue duendecilla o sólo un dibujo
bastaría para no confundir la admisión.
No siento maripositas en mi barriga
pero se revuelve de noche y de día
y no sintieron ni las cosquillas de una primera caricia...

IV
Emprendió su vuelo despacio,
lentamente y sin prisa,
fue elevando sus pequeñas alas de insignificante mariposa,
esa a la que siempre le costaba volar entre las rosas...
ni él ni tú,
ni aquellos,
pero a éste.
Siempre supo cual era su misión
y poco a poco fue ascendiendo hasta las estrellas
para desde allí dejar caer esos besos de mariposa
que a ella tanto le gustaba repartir.
Ahora,
se posa cada noche en la luna
y deja su silueta reflejada
como si de un tatuaje se tratara
y cuya única intención
es la de que la luz de esa luna
la convierta un día en la luciérnaga de las noches
de absoluta oscuridad…

V
Nunca debieran dos almas conocerse en un naufragio
ni asirse ambas como salvavidas
entre olas de soledades infinitas.
Jamás debieran remar hacia la misma orilla
llevando en la piel la sal aterida.
Te pediría amor, que nadases a otras aguas con más vida
los peces y los corales, ya no habitan en las mías.
...pero no puedo, mi voz...
se apaga y se difumina
entre caballitos de mar
y mariposas heridas.
Son tus brazos mis remos
tu alma, amor...es mi orilla
en ella quisiera quedarme
y curar nuestras heridas
naufragar entre tus aguas
ganar y perder la vida
entre besos de espuma blanca
...entre tu brisa y mi brisa.