lunes, 2 de junio de 2014

vintage II


Encontré que vintage es un calificativo que se usa para algo que fue, que se usó, que era de buena calidad pero que no ha pasado tanto tiempo como para se le llame antigüedad. Por lo que puedo decir que los treintones de ésta época y junto con los todavía mayores; tuvimos una infancia vintage y vintage es hoy todo lo que nos traslade a esos años… por eso hablar de una sala llena de espejos en un apartamento, así como jugar con kalkitos, es remontarse quizás a lo previo del posmodernismo, el cual a su vez es previo a la globalización… 

Si la moda de una infancia hoy se enmarca en lo vintage, la adolescencia de ésta se enmarca en la posmodernidad; y si este niño ha concebido en la duda, producto de ese intento de reconocimiento en una sala de espejos, un patrón de pensamiento y por ende de vida; cuando le nacieron tormentos propios de estar más cerca de hacerse adulto, se tuvo que hacer con pequeñas historias que se sumaban y restaban, quedando así disperso entre perspectivas y puntos de vista, y con eso, como insumo; construir sus sueños de generación equis… 

Fue entonces el momento de ir a la universidad, para ser alguien en la vida, pero también el de aprender a tocar un instrumento musical, para que en la vida, ese alguien, sea también para sí. Para no entregarse por completo y en bandeja de plata a lo que vendría: a la gran globalización… 

El niño siguió con sus fragmentos, todos esos que eran parte de él (todos los del espejo) y su forma de ser empezó a dudar partiendo del delirio; se es alguien, pero él se siente algunos, o sea, se siente que es más que un alguien, pero no contó con la característica, con lo global pues y descubrió que todos sus algunos se iban a fundir en un solo alguien, entonces entendió el precepto con el que creció: ser alguien en la vida no es sumar tus pequeñas historias, sino fundirlas en una sola historia global sin importar los espejos y el reconocimiento: todos somos uno y ese uno es general… 

¿Quién siente miedo? Quien vio al Poder en su camino recorrido. ¿Y quién tiene Poder? Quien se hizo con el miedo en su recorrido y caminó… Pero lo último lo abordaremos en otro momento, por ahora nos quedamos con el niño que ahora es adulto y su dilema, uno de sus varios él no quiere ser pendejo…

viernes, 30 de mayo de 2014

vintage IV


El miedo, el miedo nos lleva al lado oscuro, dice Yoda en La Guerra de las Galaxias. El miedo se encarga en muchas ocasiones de hacernos conscientes de los peligros externos que nos pueden amenazar, acabo de leer en National Geographic. Es un instinto común a todos los seres humanos del que nadie está completamente libre, vi en ProyectoPV. El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar, dijo Quevedo. En fin, el miedo es y el miedo está, más allá de asumir simplemente que ambos son to be, y como en los Kalkitos, también se le coloca en un escenario… 

Recorremos el tiempo, a los pensamientos, movidos por la perturbación de no haberse reconocido del todo en una sala llena de espejos. Crecimos con eso, hicimos muchas historias, las fundimos en un guayabo generacional y hoy, hoy sólo esperamos el estallido… obedientemente molestos, porque la ley la obedecen los tontos y a los tontos se les llama pendejos, pero cuál es su relación con el miedo, que el precepto que se nos impuso para vestirnos, vino del mismo lugar que este otro precepto que es el descontento, ese que nos lleva a sentirnos menos tontos por desobedecer, sabiendo incluso que los únicos que no obedecen conforman el Poder porque desde allí se crean las leyes, desde allí se dice cómo hay que rebelarse y cómo se desobedece, y así llamar tontos, o como prefieran, a quien ha optado por cumplirles la ley que crean tan simple porque se dio cuenta que también crearon la insurrección, entonces, esa parte de aquel niño que de adulto no quiere ser pendejo asumió que, la rebeldía yace en la elección, convencido y para vencer a la lo confuso: me visto así porque a pesar de que se nos impuso, yo lo elijo, y salgo a la calle a protestar porque sabiendo que el Poder es quien se sirve del miedo en el escenario, yo lo elijo… ¿Quién siente miedo? Quien vio al Poder en su camino recorrido. ¿Y quién tiene Poder? Quien se hizo con el miedo en su recorrido y caminó…

De Revista de Letras, a propósito del guayabo generacional, cito: jóvenes occidentales que no habían conocido guerra ni posguerra y que habían crecido con el auge del consumismo, los niños de la sociedad de bienestar, los descendientes de los que habían intentado cambiar el mundo en los 60, y no era, precisamente, alegre. Una generación a la que Kurt Cobain, líder del grupo Nirvana, dio el pistoletazo de salida y además puso música, estética y sentimientos antes de convertirse él mismo en la metáfora del No Future mediante la bala con la que se suicidó en 1994 dejando a toda una generación, caracterizada por la falta de fe, aún sí cabe, más a la deriva… 

Pero al hablar de los equis creo que hace falta hacer algunas menciones sobre Jean-François Lyotard y su visión de lo posmoderno: la ciencia y la educación pueden conseguir que el individuo se emancipe de todo aquello que lo oprime o impide que se autogobierne… el saber tiene su fin en sí mismo; su objetivo es el saber por el saber, sin encontrarse supeditado a ningún otro elemento externo… Y bueno, así íbamos hasta que decidimos globalizarnos, cuando dejaron de haber varios yo (o él) en una sala llena de espejos…