Nos
mandaron a desalojar, sí, justamente cuando estaba comentando lo del papel
higiénico y lo poético que era todo el asunto… no creo a estas alturas que
alguien dude de ésta orquesta: estamos en el gran crescendo… Lo poético, bien: el papel con el que nos
limpiamos, luego de hacer lo que todo el mundo hace; nos llega del mismo sitio
al que nos dijeron que no debíamos volver, ah, y si volvíamos, pues nos darían
menos recursos… Estamos en la calle,
suponiendo, oyendo lo que otro dice para hacer nuestra propia versión de la
historia: hay una amenaza, y una amenaza será un motivo, y un motivo servirá de
pretexto. La orquesta ha de prolongar su crescendo y; esta noche, quizás
mañana, volveremos a saber lo que ya sabíamos pero sin terminar de querer
saberlo. Cómo, bueno: todos escuchamos a algún experto diciendo, luego de lo
ocurrido, que se sabía que iba a ocurrir… regresan los resentimientos
investidos de causas nobles para lucha por la justicia, y justicia ahora es que
todos paguemos. Entonces la justicia tiene un precio. Pero no importa, porque
ahora el precio es justo; y he ahí otro poema: una ley que justifica un precio,
por cierto, para pagar el papel higiénico del que justamente estaba comentando
cuando nos mandaron a desalojar…
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
martes, 3 de febrero de 2015
viernes, 30 de enero de 2015
¿Queríamos equivocarnos?
Es
curioso que para llegar a intuir, hayamos pasado por contemplar y por proteger,
al menos eso se dice de su origen, pero, la verdad; tiene mucho sentido. Si nos
ponemos a ver, la intuición no nos nace de cualquier cosa; suele haber un
sentimiento en el asunto, probablemente en algunos casos, se trate de
curiosidad, pero en general intuimos a propósito de alguien, o algo, de lo que
sentimentalmente no nos apartamos… Sí. Tal vez ese algo alguien alberga en
nosotros alguna suerte de atesoramiento, y de éste último la contemplación,
quién sabe. O quizás sea al revés y de tanto mirar y sentir, nos da por
proteger. ¿Proteger de qué? ¿De quién? De lo que nos dice en silencio esa
intuición… Ahora bien, por lo general los orígenes en las palabras nos relatan
sus sonidos y sus significados previos (a la gente le da por asignar nuevos
significados a palabras viejas, aunque estoy convencido que eso no es casual) y bueno, da la casualidad que sospechar,
también fue mirar, contemplar; entonces nos confundimos un poco: intuyo, luego
sospecho o, sospecho, luego intuyo. Deliremos: queremos proteger, protegernos,
quizás porque conocemos del posible daño, por lo general un daño perpetrado por
nosotros, o un trauma, porque alguna vez fuimos víctima, entonces intuimos,
sospechamos y corroboramos… y no nos equivocamos; ¿por qué? ¿Queríamos
equivocarnos? Creo que no, pero sin duda es curiosa esa forma de mirar y de
proteger…
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