Schopenhauer
ve al odio como placer que a diferencia del amor, que llega de repente, la
gente se toma su tiempo para odiar. Algo así dijo. Para Wilde la crueldad tiene
su lugar entre todos los placeres y así;
en cierta forma: se complacen algunos en esa suerte de éxtasis coctelera en
sentir odio y ser cruel. A alguien le leí una que vez que no somos aún peores
debido a que, aunque no lo crean, nos reprimimos la crueldad; y si consideramos
a los dos ilustres que acoté, tal vez sea así: cuántos placeres no se reprimen; el orden social en sí es
enarbolado a base de placeres reprimidos, así que, por qué no: podrían ser aún peores los que nos gobiernan,
es más, en este momento se deben estar reprimiendo: cómo no quisiera más de uno
que por estos lados hubiese una suerte de ISIS; claro, no tan radical, ni tan
bien financiando, porque de ser así sería una amenaza, y más que amenaza lo que
quieren es un pretexto, pero sí, cómo no se quisiera un grupo de tipo subversivo para
soltarles todo el cloro, o de lo que sea que sean esas bombas, por toda la
ciudad. Así, de una vez por todas, empezamos a temerle como quisieran ser
temidos, a hacer lo mismo que hacemos ahorita pero de mejor gana, sin acudir a
tanto medio digital a hacer pataletas… eso quisieran, pero por ahora aún no lo
tienen. Todavía la gente aunque sea a punta de tweets manifiesta su descontento. No se toman las calles porque no guste
cómo se es gobernado, no parece funcionar así, pero bueno, la virtualidad tiene
sus realidades, y el odio y la crueldad también son placeres reprimidos en
quienes lo sufren, y no siempre el que sufre sufrirá; como tampoco siempre el
que hace sufrir, sufrir hará. La voluntad anda por ahí, como el éter ese del
registro akáshico; ese que dice que todo por ahí anda, y que uno sólo tiene que
tomarlo…
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
viernes, 9 de septiembre de 2016
jueves, 8 de septiembre de 2016
Made involved
An
eye for an eye only ends up making the whole world blind, Gandhi said but, it’s not about taking revenge, nor
standing for an ideal. I hardly think so. I believe when two fronts, two ways
of seeing something such as political perspective, for instance, somehow agree
at their clash: if I want to rule over
many, obviously there will be some against it, I have to count on that, It
is the purpose of a conquest, because that is what it’ll be at the end: a
victory on one side and a defeat on the other. Afterwards, logically; the
tension: what’s taken must be kept as much as what’s to take must be conquered.
I just wrote it a pair on lines back: a clash
is an agreement between a pair of counterposed stands. For those who never
wanted it, never cared of, because they do not feel identified, don´t
understand it or just don´t sympathize; for those ones, for those it will
always be a problem. Let’s take a look at the recent events at Aleppo for
example. What about the people who just live there and don´t want any trouble?
What about them? They don’t choose, they’re just there and just for being, only
for being; they must face consequences of some other’s actions. This is not an eye for an eye thing, no, this is a
problem all over the world: two sides fight and the rest is made involved…
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