lunes, 22 de diciembre de 2014

los golpes son un lenguaje interno


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Por qué hay mujeres que tienen a dos hombres. Por qué hay hombres que tienen a dos mujeres, Bart. No sé, supongo que nos hemos vuelto desleales, te gustó el artículo. Es interesante, pero por qué lo preguntas. Mira, se me ocurrió que si fuera escritor, me gustaría empezar la historia partiendo de esa pregunta. Pero deberías usar las dos, recuerda que no sabes quién podría leerte. Si pero pienso que un escrito, como manifestación artística, es el intento de enviar un mensaje a los ojos del mundo. Pero tú no escoges el mundo que te va a leer. Cierto, recuerdo cuando tocaba batería, lo veía como un arte, pensaba que la forma de tocarla revelaba mis sentires, la rabia que callo, la tristeza que ahogo en el granadero, un golpe al platillo para resaltar más o menos como los signos de exclamación… sin embargo, si escribiera un libro, prescindiera de ellos. De los platillos. No Denise, de los signos de exclamación. Y para preguntar cómo harías. Trataría de que fuera obvio, creo que a veces la exaltación debería ponerla el lector. Y en la batería cómo es. La batería forma el ritmo de la canción, es distinto, los golpes son un lenguaje interno como los solos de guitarra, por lo general la gente sólo percibe el ritmo y la rima, como en la poesía lírica pues… pero eso es si fuera escritor, ni siquiera baterista soy ahora. Uno nunca deja de ser su pasión Bartolo, pero sí, desde que te conozco no te oído hablar ni de platillos ni de lenguajes internos sin signos de exclamación. Serías buena escritora, has dado a entender algo interesante. Lo crees. Si, fíjate, el lenguaje interno no tiene signos de exclamación, pero es por el silencio, porque el sentir fluye en el ser y el ser no quiere verse expuesto. Bueno, digamos que tus artículos me dejan algo, y sí, imaginemos que somos escritores… Mejor aún, imaginemos que somos los personajes de una historia que se está escribiendo. Me gusta, digamos que estamos en el medio, en un paréntesis en el que queremos hablar con el lector… Nos hemos rebelado al orden en que nos pone el autor. Sí, nos hemos escapado un momento de su historia, del tiempo en el que deberíamos estar para que la secuencia se entienda. Exacto, esto una queja al escritor. Está bien, empiezo yo Bart, empiezo con tu comienzo: usted que nos está leyendo, por qué cree que una mujer tiene a dos hombres o un hombre dos mujeres; es de las persona que piensa que el amor, como el arte, se ha visto banalizado por la moda, o es de esas personas que tontamente piensan que lo que no me da uno me lo da el otro... Mi turno Denise. Dale. Usted que nos lee, piensa que en la variedad está el gusto, le pregunto; siente que dos cuerpos alimentan su ego y por ende le proporcionan poder y, claro está, al acariciar ese poder siente más intensamente su placer… conteste. Ese es el error Bart, no nos pueden contestar, pero si podemos colocar varias respuestas… una vez me dejaste algo del amo y el esclavo de uno de esos señores sabios que tú lees. Se llama Hegel. Si bueno, sigo: usted quizás incurre en ese experimentar porque, digamos, quería que se le sometieran a su voluntad y, como lo logró, entonces vino una molestia interna porque ya no hay la lucha: ya no reconoce en su amante a su oponente, ya está por encima de él y no es digno de nuevas batallas, entonces, debe asumir otros retos, alguien nuevo, alguien que le acaricie la moral para que se eleve… pues no son los dioses los que están más allá de la moral… usted internamente lo cree, como el que consume drogas para emular sublevación, o como el cierra una calle y se autoproclama luchador social, así, así precisamente, usted necesita seguir luchando y ahora, contra la moral, se busca alguien que le hable sucio si le hablaban bonito, o que le hablen bonito si le hablaban sucio… se busca a alguien con la facultad de chantajearlo (a usted) para producir adrenalina constantemente, luego va a donde su pareja, al hogar donde lo esperan, llega llena con la saliva de su amante y dice: me voy a bañar, y en el baño se toca, se acuerda y se olvida, después se pone su ropa de dormir y le pregunta a su pareja, ya en la cama: tú me quieres… Denise, eso es sólo el lado del amo, recuerda que está el lado del esclavo. Bart, el esclavo no es el que tiene dos amantes. Te equivocas Corazón, hay gente cuya paz interior los eleva y si no se buscan a otra persona es porque a lo mejor no la necesitan, y puede que una persona así también sea amo, porque la grandeza no sólo yace en un cuerpo nuevo. Viéndolo así Bart, el esclavo entonces podría ser el de los dos amantes. Cambiémosle la cosa a quien nos lee mejor, lo anterior fue como un desahogo tuyo Denise, dejémosle al lector mejor una reflexión: si ha de buscar grandeza, búsquese primero una pasión, y si ya la tiene, haga de la misma un centro, así no tiene que ansiar ser amo y con seguridad nunca se sentirá esclavo, recuerde, los signos de exclamación están a la vista, pero el sentir fluye internamente en usted… Yo le agregaría Bartolo: procure que su pasión no estribe en otro ser, porque ese otro ser también tendrá sus pasiones y en dichas pasiones, puede que no esté usted…





Escribí unos cuantos pensares pensados a través de diez personajes, lo llamé Per se. Lo llamé así por su significado, o más bien por su uso (en sí) El texto completo está disponible en el siguiente enlace:
http://www.bubok.es/libros/234178/Per_Se
Si gustan, pueden acceder a él de forma gratuita aquí:  
https://docs.google.com/file/d/0BwcyukbxfDSZazZvLU55YklGQVE
Bienvenidos sus comentarios, desde ya es un honor…
 

viernes, 12 de diciembre de 2014

ahí se te cae la convivencia


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Otra vez solos y desnudos. Sí pero tenemos que vestirnos, Iris debe estar por venir. Sabes Gisela, a veces me pregunto: en una ciudad como ésta donde todo es tan caro y donde vive tanta gente, además de que los sueldos no alcanzan para una total emancipación; cómo hará la gente para tirar, para hacer el amor, para satisfacer las ansias de los cuerpos: cómo hacen. Tal vez como lo estamos haciendo nosotros. Es distinto Corazón, nuestra atracción nació de la convivencia y la convivencia nos dio la oportunidad. Tú crees eso. Bueno, más o menos, mira; si fuese otro chamo el que viviera aquí, por ejemplo uno como Henry; también te habría pasado con él. Y a lo mejor si yo no estuviera aquí Fran, te habría pasado con Iris. O con Amanda Gisela, ese es el punto: la convivencia otorga una oportunidad y la oportunidad es controlada por las personas, entonces, cuando la oportunidad se produce en la convivencia, una tal Gisela hace el amor con un tal Fran. Bello, pero te olvidas de algo: si no me fueras atractivo, ni durmiendo en la misma cama habría tenido sexo contigo, ahí se te cae la convivencia. No, ahí se me cae la oportunidad: ahí hablamos de que no tengo chance, por eso las uno; en el Oriente el amor nace con la convivencia, en el Occidente el amor nace con la oportunidad, aquí pues donde todo se compra y mejor aun cuando viene de afuera, el amor nace con la convivencia y la oportunidad. Y todo parece que te rima, no; es gracioso. Sí, lo es, pero sigo con mi duda: supongamos que vas al Café donde solemos reunirnos, pero esta vez vas sola, con unos apuntes del Dasein y en las hojas aparece escrito bien grande, cosa de cualquiera que pase cerca de la mesa donde te sentaste, pueda darse cuenta al menos del título de lo que estás leyendo, ponte que pasa cierto tiempo, pasa una pareja, te ven, los ves, equis, nada, pasa una muchacha y arruga la cara al echar una mirada a tus hojas, pasan dos chamos, uno te pica el ojo, el otro lanza un beso al aire con sus dedos porque, quizás se cree más tierno que el amigo, pero tú nada, tú sigues leyendo y volteas de vez en cuando por el efecto de los ciento ochenta grados con los que miramos, aja, bien, sigues ahí y, de repente, llega un chamo, buenmozo, y resulta que el Café esta full, se te acerca, te pide permiso, tu accedes y él se sienta, y resulta que no sólo estudia lo mismo que tú, sino que le encuentras una magia singular en unir las palabras, tal como el hombre del Dasein… el chamo te une de manera sublime al sexo con el ser y tú empiezas a excitarte, él lo nota, pasa la mano por debajo de la mesa y tú te excitas aun más, supongamos que todo eso ocurre, qué crees que harías, te irías al baño del sitio a tirártelo, pagarías un hotelito cercano, o más bien te lo traerías para acá, a ver, qué harías. Tienes razón Fran, te diría que me lo tiraría en el baño, pero ya sabemos cómo es el baño del Café, así que esa no sería una posibilidad… por otro lado el hotel es caro, y él tendría que tener dinero, ya sabemos que yo no tengo, y aquí no me lo puedo traer porque, la llave y la casa, son compartidas… Ahora entiendes mi punto, oportunidad y convivencia Gisela, pero sin duda alguna, ambas, en ti, se unen de manera divina. No eres tan tonto Fran, eso nos servirá para la Avidez de novedades. Iris sigue con eso por lo visto, que le pregunte al Bartolo de Denise. No creo Fran, creo que a Iris no le gusta estar ni medianamente cerca de ese personaje…





Escribí unos cuantos pensares pensados a través de diez personajes, lo llamé Per se. Lo llamé así por su significado, o más bien por su uso (en sí) El texto completo está disponible en el siguiente enlace:
http://www.bubok.es/libros/234178/Per_Se
Si gustan, pueden acceder a él de forma gratuita aquí:  
https://docs.google.com/file/d/0BwcyukbxfDSZazZvLU55YklGQVE
Bienvenidos sus comentarios, desde ya es un honor…