lunes, 27 de febrero de 2012

Momento recurrente…



La disección en la decepción no acerca respuestas sin herirse con tantos filos de preguntas. Reflexionar un poco obstina mucho para la voluntad de la negación. Muchos gritos se citan pero no se escuchan, las lágrimas ya pasaron de la pena a la alergia; cuesta un poco respirar. Los soplos de aliento ya no buscan besos ni nombres sino aire anónimo en un cuarto gris de tos y de humo. Las manos insisten con fracaso el cubrir un rostro desenmascarado, las palabras no se ordenaron y las letras se hicieron garabatos. No hay última carta que pueda proclamar un adiós mientras el pasado no abandona y el olvido olvida olvidar. Por eso y por ahora, nunca sobra una más de las faltas…

domingo, 26 de febrero de 2012

Bienvenidas


El pensar se vierte arte sobre textos paginando sentires de alma creadora; crea quien lee del escrito y crea quien escribe del leído. Somos silencios y somos confesiones; las palabras nos visitan y nos invaden. Bienvenidas por cada venida y por cada ida y salida; con el recuerdo, con el deseo, con la imaginación; o con la memoria del cuerpo… El pensamiento se sirve en frases melódicas ávidas por querer hechizar y poder seducir con la idea. El encanto es un enlace entre sensoriales inteligencias…

viernes, 24 de febrero de 2012

También difundir urge…




Nació el desprecio al aprecio a causa de tantos efectos secundarios, principalmente por modalidades de moda; las letras no son las que cambian de orden pero las órdenes son expresas cuando se quieren nuevos significados a palabras viejas. Urge hablar sin decir como la música para no escuchar; urge, también difundir urge…



Otra victoria más para la derrota…



Lástima que lastimaba aún más, no era un tema de resignación por antes haber negado; difícil negar a la nada cuando no fue algo primero. Se nos acompañaban las soledades con la abstracción, la misma que se empecinaba en mentalizarnos lejos. No era que sobrara la falta de atención, era más bien que faltaban las sobras que nos calmaban la sed a medias. Conformarnos con formarnos para un acto ya declarado; otra victoria más para la derrota y de rotas promesas nos saciamos. Nos perturbamos, nos masturbamos, más por el alma que por desalmados…