lunes, 4 de enero de 2016

En vano


“El término banal significa: "Trivial o sin importancia". Es voz tomada del francés banal ("común u ordinario"). No es correcta la grafía vanal, error debido al influjo del adjetivo vano ("falto de contenido o fundamento"), palabra con la que no tiene ninguna relación etimológica. Por la misma razón son incorrectas las grafías con v de sus derivados banalidad, banalizar y banalización…” http://losdemoniosdelalengua.blogspot.com/2011/08/vanal-o-banal.html

“La mayor parte de las tradiciones culturales afirman tener un origen sagrado, sitúan el nacimiento de su ciencia y arte en el patrocinio de un Dios o Diosa en los tiempos míticos, in illo tempore.  De entre esos patrocinios, uno de los más importantes –no cabe duda, pues es el presupuesto de la transmisión de los demás- es el del lenguaje.  El propio Yavé, nos recuerda el salmo 33, crea mediante la palabra, pues mediante ella se expresa: “Por la palabra de Yavé fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca”.  Pero no sólo Él, también el Aius Locutius de los romanos, el egipcio Toth, Hermes y Mercurio en la tradición greco-latina, el persa Ahura Mazda, o la diosa Vac del hinduismo, son deidades relacionadas con el Logos al que tanta importancia da San Juan en el inicio de su cuarto evangelio: “Al principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios”.  El Verbo, la manifestación, la expresión, la aproximación a la Esencia a través de un nombre que es simbólico…” http://meditacionesdeldia.com/2013/05/08/una-via-sapiencial-perdida-la-etimologia/

“En nuestra sociedad actual, el recurso de la banalización de diferentes temas sociales, políticos y culturales es muy común debido al tipo de desorden, crisis y sentimientos negativos que el posmodernismo puede traer. Así, se puede encontrar fácilmente a gente o programas de televisión que hablan del mundo de la farándula con el mismo nivel de interés con el que luego hablan de temas mucho más serios como la pobreza o el hambre. De este modo, se actúa restándole importancia a aquellos temas considerados importantes y sensibles, poniéndolos al mismo nivel que otros temas mucho más superfluos. Esto también se ve incentivado por la constante cantidad de información y conflictos que surgen en la sociedad actual que hacen que muchos busquen perder sensibilidad sobre temas duros y dolorosos de tratar…” Esto lo tomé de Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/banalizacion.php

La banalización es una forma de control del pensamiento, así como su negación, incluso su escape… buscamos una profundidad artificial satisfecha por el tan solo más allá de una supuesta superficie, pero ¿para qué? Para salirnos virtualmente del espectro de los banales, es decir, escapamos de la crítica para poder criticar… no somos criticables también por ese mero hecho, me pregunto. Claro que sí. Esa es la cosa, y sigue siendo parte de la banalización, pues el esfuerzo es en vano, pero a su vez es vanidoso. Hay cierto estatus en el hecho de saber un poco más que los que se conforman con lo trivial, pero lo cierto es que no nos hace especiales, mucho menos únicos. En un contexto diferente sería algo así como emborracharse para envalentonarse mientras criticamos a los que se emborrachan para olvidar, luego vendrá un abstemio a sentirse superior porque no bebe ¿es acaso la bebida el problema? Para este caso, no, pues todas son formas de escape, formas de banalización…

No nos escapemos en vano…

lunes, 7 de diciembre de 2015

Iuris tantum


No hay hombre nuevo. Creo que esa es quizás la conclusión a la que podemos llegar. Pensamos más o menos igual sólo con algunos focos de atención cambiados, la radio pasó a ser tv y el tv pasó a ser un teléfono inteligente, ahí cargamos todo, hasta la forma de pensar: hasta la ideología… siempre creí que en los antagonismos de lo convencional yacía la disidencia, ese pensar distinto que nos hacía llamar a los otros los alienados, porque yo estaba del lado de los libres, del que no sucumbía a marcas ni a modas, del que entendía la sucesión de la lógica, o la causa y el efecto; pero no era así del todo. Al final resultó que el antagonismo siempre fue parte de lo convencional, es como si cada cosa, aparentemente impuesta para ser alabada y en sí creída, viniera de una vez con su conveniente escepticismo, como para hacer del presunto ateo un creyente más, porque al final es eso ¿no? La negación de algo admite su existencia… ah, pero con el tiempo vino el punto intermedio, ese punto en el que ni creo ni dejo de creer, esa ignorancia bendita: algo así como no sé y no me interesa mucho saberlo, es más mientras siga sin saberlo, mejor… y por ahí nos decantamos. El fanático politiquero te habla de derechas e izquierdas y uno, uno bueno: a uno le gusta gastar cuando se tiene, darse su gusto pues, pero en sí seguir siendo disidente, porque así más chévere… pero cuando ni los unos ni los otros tienen plata, todo se confunde, hasta este extraño agnosticismo. Ahora todos necesitamos, y esto es lo grave, necesitamos creer, poco a poco dejaremos de elegir porque a la forma de pensar ya no le hará falta imponerse, nosotros acudiremos a ella desesperados porque necesitaremos creer sin cuestionar, y los disidentes, como yo, bueno, al final usaremos esa disidencia para criticar a los que cuestionen estas necesidades, tal como ya está empezando a ocurrir…

viernes, 4 de diciembre de 2015

Indie


Qué podemos respondernos, me pregunto. Deambulamos inconscientes en conciencias ocupadas, hay que economizar argumentos. De lo que antes se ahondaba ahora se orilla, pero ya va, sin ser orilleros pues no nos hace falta gritar: la procesión va por dentro y por dentro la reflexión ya no se profesa… nos dan dos versiones, dos versiones palíndromas y por eso seguimos igual, por estar en el medio y desde el medio nos quedamos con algunas frases, las que más se repitan, para luego adoptar ese nihilismo burgués que, con una muy en boga cara de aburrimiento, aseverar que dichas frases no nos las creemos… y es que creer, así como tal, no se estereotipa tan bien como lo escéptico, creer es más bien religioso, y ahora a todos nos dio por ser agnósticos: algo nuevo para el catálogo de respuestas: puro pop con música indie de fondo, porque así nos logramos elevar… entonces: qué podemos respondernos, me pregunto. Nada; nada que no salga en el catálogo de respuestas. Consulte, consulte a ver qué le presta más a usted; si la rebeldía pro-gobierno, si la disidencia pagada por padres pudientes, si el curso foráneo porque aquí ya no hay vida, si la vida en otra parte para añorar lo que acá se tenía, si beber en lugar de luchar, si luchar por creer tener, quién sabe, si opinar por redes sociales desde la oficina, si hablar del caos mientras se contempla alguna vitrina, si esperar el estallido social viendo televisión, si estar en la calle para correr y fotografiarse, el catálogo crece pero… de lo que antes se ahondaba ahora se orilla…