viernes, 23 de septiembre de 2016

Administrado administrador con servidores sin servicio…




Resulta interesante saber que el origen, por así decirlo, de funcionario; significa profesión u oficio cuya labor es funcionar, y que a su vez ésta tiene que ver con el cumplimiento de un deber. No busqué mucho más de ahí, pero puedo inferir que – porque su definición lo implica – el cumplimiento del deber del funcionario es a través del Estado, por lo que decir funcionario público es un pleonasmo. Con funcionario basta. Eso lo sabe mucha gente, como mucha gente sabe también que en la jerga legal – por no decir leguleya – el administrador viene siendo la nación y el administrado el gobierno, o es al revés, es curioso: como ciudadanos facultamos a un grupo de personas para que administren lo que nos compone en nación; es ahí donde al Estado lo convertimos en administrador, cierto, pero es la nación, o sea, los ciudadanos, quienes eligen a su administrador y por ende elegir también cuándo revocarlo, para eso el Poder Público está divido en Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial; en el caso de Venezuela, además de los tres anteriores, también están el Poder Ciudadano y el Poder Electoral. Sí. Los asuntos electorales, en Venezuela, son administrados por un poder independiente, divido y no subordinado a otro, con el fin, obviamente, de no sucumbir ante el solapamiento de otro poder. Aquí las elecciones son directas, porque supuestamente son las más democráticas, porque cada voto vale lo mismo y así pues: un poder independiente para un pueblo administrador con unas elecciones directas y universales. Esto, como en cualquier organismo público, convierte a cada funcionario en servidor, y esto es lo que quería dejar escrito, para eso cité toda esta palabrería innecesaria: el funcionario es un servidor y la institución para la cual cumple; por lógica, y por ley; es un servicio, es decir: los eventos electorales en Venezuela son parte de un servicio que el Poder Público, en este caso el Electoral, está en la obligación de dar, según sea requerido, y este requerimiento reposa en el ordenamiento jurídico; ley y orden pues. En fin: debe ser difícil tener la obligación de prestar un servicio cuyo servicio sea deliberadamente no prestarlo, complejo ¿cierto?  

miércoles, 21 de septiembre de 2016

what we choose to feel…




Envious is the most common type of personality according to a study and that explains some… I was taking a look at this thing called the mind–body problem and I found that a Five-Aggregate Model is mentioned. It implies that sense impressions are always changing so behavior problems might be understood based on such readings and explanations. There’s a term in Spanish called “retraso genómico” and it embraces the thesis that day routine things go faster that our capability of understanding them, and this is because we spend so much time trying to be updated at social networks that we tend to forget the immediate real world around us. This could be why there’s more enviousness and mood changing nowadays, but I didn’t bring this just to write about social networks, millions of people do it so. I brought them up because I believe – at least I see it this way in here – that social networks have become in sort of windows which people, particularly Venezuelans, get a vision of how society behaves abroad and how far from it they feel because of the control of the currency and the political division. Thus, we get envious at everyone a lot but we control it, we hold it on hard, maybe not to lose ourselves because in the end it’s not worthy, but the feeling remains and it carries us through a path of resentment, because now we’re called new poor as a result of the new rich who government gives support to… Envious is natural but it is also what we choose to feel… 

martes, 13 de septiembre de 2016

aguantamos






No hace mucho le leí a un ilustre que el odio es un placer más elevado que el amor, ya que el último se apresura, mientras que el primero se toma su tiempo; la síntesis de la reflexión era algo como: la gente se toma su tiempo para odiar. Empiezo con esto porque, si bien es cierto que a muchos venezolanos nos desespera el acontecer de estos días, no es menos cierto que hay un cierto placer en que las cosas, estas pésimas noticias, se sigan dando. Hay muchos, incluso, que ganan dinero compilando lo que muchísimos dicen, pero no se toman el tiempo de escribirlo; ni tampoco se lo toman de esa manera. Es más, los opinadores de oficio se presumen a sí mismos críticos, y así los ve la gente, pero no es suficiente, no puede ser suficiente una crítica acompañada de una publicidad que anuncia un buen vivir. No me resulta muy efectivo que primero se compile un descontento bajo una frase como: ya no aguantamos más, para luego escuchar una publicidad de lo deliciosas que son las hamburguesas en equis sitio. Hablamos de escases en horario laboral y luego recibes un panfleto de una feria de comida el fin de semana. Bueno. A mi entender, la publicidad paga la protesta, digámoslo así, pero la verdad, no moviliza a las masas, a las masas, al parecer, las moviliza el dinero, entonces, si es dinero lo que hace falta, o publicidad, a ojos internacionales pues: no parece ser tan grave la cosa; al menos eso recogen los medios y las redes sociales. Por otro lado, y posiblemente más sincero; tenemos a nuestros embajadores: todo nacido en la tierra de Bolívar que a falta de oportunidad ha decidido marcharse, buscar la esperanza en un pueblo hermano. Esos, esos llevan a cuestas el peso de la crisis, porque no había sido costumbre marcharse... y ahora, ahora parece la única solución considerable. Más que esa de escuchar voceros del odio con cuñas y promociones...

  

Esta entrada es muy parecida a  otra, a otra muy reciente: parten de la misma cita solo que pensé que ésta iba a ser aceptada en cierto portal y no, no lo fue, pero como toda madre el que su hijo sea feo ante otros no significa que no sea el más hermoso para ella, o como lo dijo Martí (creo que fue Martí, ahorita improviso, no creo que vaya a averiguarlo precisamente ahorita) “hay un solo niño bello y cada madre lo sabe,” sé que es algo por estilo. Bueno. Este es un hijo, y aquí lo dejo para sus ojos, para sus comentarios, para sus críticas. No duden en comentar: no hay filtros en ello, son todos bienvenidos y sin moderación alguna…