Resulta
interesante saber que el origen, por así decirlo, de funcionario; significa profesión
u oficio cuya labor es funcionar, y que a su vez ésta tiene que ver con el
cumplimiento de un deber. No busqué mucho más de ahí, pero puedo inferir que –
porque su definición lo implica – el cumplimiento del deber del funcionario es
a través del Estado, por lo que decir funcionario público es un pleonasmo. Con funcionario
basta. Eso lo sabe mucha gente, como mucha gente sabe también que en la jerga
legal – por no decir leguleya – el administrador viene siendo la nación y el
administrado el gobierno, o es al revés, es curioso: como ciudadanos facultamos
a un grupo de personas para que administren lo que nos compone en nación; es
ahí donde al Estado lo convertimos en administrador, cierto, pero es la nación,
o sea, los ciudadanos, quienes eligen a su administrador y por ende elegir
también cuándo revocarlo, para eso el Poder Público está divido en Poder
Legislativo, Ejecutivo y Judicial; en el caso de Venezuela, además de los tres
anteriores, también están el Poder Ciudadano y el Poder Electoral. Sí. Los
asuntos electorales, en Venezuela, son administrados por un poder independiente,
divido y no subordinado a otro, con el fin, obviamente, de no sucumbir ante el
solapamiento de otro poder. Aquí las elecciones son directas, porque
supuestamente son las más democráticas, porque cada voto vale lo mismo y así
pues: un poder independiente para un pueblo administrador con unas elecciones
directas y universales. Esto, como en cualquier organismo público, convierte a
cada funcionario en servidor, y esto es lo que quería dejar escrito, para eso
cité toda esta palabrería innecesaria: el funcionario es un servidor y la institución
para la cual cumple; por lógica, y por ley; es un servicio, es decir: los
eventos electorales en Venezuela son parte de un servicio que el Poder Público,
en este caso el Electoral, está en la obligación de dar, según sea requerido, y
este requerimiento reposa en el ordenamiento jurídico; ley y orden pues. En fin:
debe ser difícil tener la obligación de prestar un servicio cuyo servicio sea
deliberadamente no prestarlo, complejo ¿cierto?
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