No es que a ellos les vaya bien,
es que a mí no me va mejor. Ajá, ¿y
entonces? Bueno, que no sé alegrarme de algo que yo no haya impulsado y de
lo que no obtenga beneficio alguno; de hecho quisiera más bien que se alegraran
cuando yo me alegro. ¿Pero cuándo me alegro? En primer lugar, cuando someto a
mi voluntad; cuando mi chiste es el más gracioso, cuando mi gusto es el más
exquisito, cuando mi elección es la más certera; mira: cuando mis pataleos se
aplauden mientras yo reprocho los del resto. Sí, eso me alegra, pero la alegría
se va, puesto que no me basta: siempre vivo en guerra, sobretodo luego de ganar
otra batalla. ¿y cuando pierdes? No pierdo,
pierde quien deja de luchar y yo ni ganando abandono la guerra, y sí, todo el
mundo puede ser mi enemigo, hasta los que me aman... Algún día voy a querer algo
que el amor no me va a poder dar, entonces, empezará otra batalla, ¿y ni siquiera por los buenos tiempos? Los
buenos tiempos son para la gente de paz, yo vivo de la guerra y eso es lo que
quisiera dejar claro: mi guerra es mi paz… [y ahí me acordé de un libro, pero
no venía al caso. Escuché en silencio. Luego me atendieron y dejé a ese loco
que no tenía con quien desahogarse…] "Sólo
porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo
su ser" Gabriel García Márquez [acabo de leer esa frase, aunque no la
recuerdo de lo que recuerdo de él, pero las fuentes concuerdan y además me
gusta mucho…] Esto. Esto sí quisiera escribirlo: “Las sombras son sirvientes de la luz, hijas del fuego. La llama más
brillante es la que proyecta las sombras más oscuras…” Eso lo leí en el
segundo libro de Juego de Tronos, que no se llama así sino Canción de Hielo y
Fuego: Choque de Reyes; y eso lo dijo “Melisandre,” que dentro de la historia
parece una mezcla entre hechicera y estafadora…
Lo pongo por escrito por lo del
loco que me conseguí haciendo la cola. Nunca creí que iba a hacer tantas colas,
y con este calor, bueno, es demasiado para lo huraño que soy; hablo con más
gente de la que quisiera. Ah, y el calor… Pero lo que quiero dejar por escrito
es lo siguiente: en la medida en que hacemos algo que consideramos bueno nos
llenamos de luz, por ende, tendremos sombras más oscuras, quizás funcione al
revés y de ahí que la luz sea belleza y la belleza es esperanza, sí, así es,
nuestra esperanza estriba en nuestro concepto de belleza, y puede ser una
imagen distinta en cada quien. Pero al final es eso, nuestra visión de la
esperanza… un loco malcriado te habla y te enfocas en lo molesto que es lo que
dice, hasta puede que te sientas aludido, pero luego observas algo bello, una
imagen con belleza para tus ojos: un bebé, una mascota, la sonrisa de un niño,
o de un anciano, una mujer con un cuerpo de ensueño, y sí, te viene la esperanza
y así andamos… Lo puso Cerati en Ángel Eléctrico: “aún tengo al sol para besar
tu sombra…”
¿y Gabo? Claro, eso fue un
recordatorio. La luz y la oscuridad de nuestro ser tiene mucho que ver con lo
amados que nos sentimos, incluso para el tipo de las primeras líneas, y ahí les
va otro recordatorio; de Nietzsche: “Qué sabe del amor quien no ha tenido que
despreciar precisamente lo que más amaba…” [Esa sí la vi en un libro de él]
Saludos en letras…