“Todo usurpador debe
reflexionar sobre los crímenes que le es preciso cometer, y ejecutarlos todos a
la vez, para que no tenga que renovarlos…” Nicolás Maquiavelo
Debido a que lo malo no
ha sido del todo bien hecho, hay que renovar. Por eso los ciclos, lo
sistemático, y así poco a poco pasas a los pasos. Pasamos por la justificación,
pesamos las razones, pisamos las lagunas, posamos para los noticieros y pusimos
pues, el ciclo de nuevo… Hemos justificado al abuso por la esperanza inducida
que conlleva a la desesperación. Hemos jugado al sube y baja y al toma y dame
con la razón para que el peso de los argumentos estribe precisamente en los
hechos; sabemos que vamos a alterar y luego criticamos a los alterados. Todo
aguacero empoza pequeñas aguas que salpican los pisoteos de la rutina, bien sea
por falta de desagüe (o desahogo más bien) o bien sea por deficiencias en la
construcción de las bases; a todos se nos ensucian las apariencias en algún
momento. Hemos posado una y otra vez cada salpicadura en un intento de
indignación que la amnesia nos hace repetir por olvidar lo que ya una vez
ocurrió; nos hacemos noticia y volvemos a hablar de lo mismo para luego no
lograrlo recordar. Así pusimos todos estos ciclos, en el trabajo, con la
pareja, con el vecino; y con la situación del país…