Resulta
interesante saber que el origen, por así decirlo, de funcionario; significa profesión
u oficio cuya labor es funcionar, y que a su vez ésta tiene que ver con el
cumplimiento de un deber. No busqué mucho más de ahí, pero puedo inferir que –
porque su definición lo implica – el cumplimiento del deber del funcionario es
a través del Estado, por lo que decir funcionario público es un pleonasmo. Con funcionario
basta. Eso lo sabe mucha gente, como mucha gente sabe también que en la jerga
legal – por no decir leguleya – el administrador viene siendo la nación y el
administrado el gobierno, o es al revés, es curioso: como ciudadanos facultamos
a un grupo de personas para que administren lo que nos compone en nación; es
ahí donde al Estado lo convertimos en administrador, cierto, pero es la nación,
o sea, los ciudadanos, quienes eligen a su administrador y por ende elegir
también cuándo revocarlo, para eso el Poder Público está divido en Poder
Legislativo, Ejecutivo y Judicial; en el caso de Venezuela, además de los tres
anteriores, también están el Poder Ciudadano y el Poder Electoral. Sí. Los
asuntos electorales, en Venezuela, son administrados por un poder independiente,
divido y no subordinado a otro, con el fin, obviamente, de no sucumbir ante el
solapamiento de otro poder. Aquí las elecciones son directas, porque
supuestamente son las más democráticas, porque cada voto vale lo mismo y así
pues: un poder independiente para un pueblo administrador con unas elecciones
directas y universales. Esto, como en cualquier organismo público, convierte a
cada funcionario en servidor, y esto es lo que quería dejar escrito, para eso
cité toda esta palabrería innecesaria: el funcionario es un servidor y la institución
para la cual cumple; por lógica, y por ley; es un servicio, es decir: los
eventos electorales en Venezuela son parte de un servicio que el Poder Público,
en este caso el Electoral, está en la obligación de dar, según sea requerido, y
este requerimiento reposa en el ordenamiento jurídico; ley y orden pues. En fin:
debe ser difícil tener la obligación de prestar un servicio cuyo servicio sea
deliberadamente no prestarlo, complejo ¿cierto?
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
viernes, 23 de septiembre de 2016
miércoles, 21 de septiembre de 2016
what we choose to feel…
Envious is the most common type of personality
according to a study and that explains some… I was taking a look at this thing
called the mind–body problem and I
found that a Five-Aggregate Model is
mentioned. It implies that sense impressions are always changing so behavior
problems might be understood based on such readings and explanations. There’s a
term in Spanish called “retraso genómico”
and it embraces the thesis that day routine things go faster that our
capability of understanding them, and this is because we spend so much time
trying to be updated at social networks that we tend to forget the immediate
real world around us. This could be why there’s more enviousness and mood
changing nowadays, but I didn’t bring this just to write about social networks,
millions of people do it so. I brought them up because I believe – at least I
see it this way in here – that social networks have become in sort of windows which
people, particularly Venezuelans, get a vision of how society behaves abroad
and how far from it they feel because of the control of the currency and the
political division. Thus, we get envious at everyone a lot but we control it,
we hold it on hard, maybe not to lose ourselves because in the end it’s not
worthy, but the feeling remains and it carries us through a path of resentment,
because now we’re called new poor as a result of the new rich who government gives
support to… Envious is natural but it is also what we choose to feel…
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