Cuando las calles y la multitud acechan mis heridos sentidos, los cuales someto constantemente a vivir mis días en un lugar como este, recuerdo aquella fecha cuyos últimos dos dígitos fueron invertidos para bautizar una de las historias que ha marcado mi perspectiva de observarme en esta vida, y de cada relato cotidiano que tengo la dicha de percibir. He comentado varias veces sobre mi inclinación por el "Realismo Mágico", o más bien por mi fe en la magia de la realidad; de cómo la ficción fue, o llegará en algún momento a ser real.
Hoy en día la noticia política es morbo, pasión; e incluso entretenimiento. Cosa perversa de la que muchos, incluyéndome, nos sentimos adictos. No hemos sido cordialmente invitados al festín de la opinión, pero de alguna forma nos atrapa y separa.
No necesitamos ser un "Winston Smith" para darnos cuenta que en estas tierras que nos han visto crecer yace un "Gran Hermano", pero lo mas impresionante son los "Dos Minutos de Odio". Basta con solamente encender el televisor…
No necesitamos ser un "Winston Smith" para darnos cuenta que en estas tierras que nos han visto crecer yace un "Gran Hermano", pero lo mas impresionante son los "Dos Minutos de Odio". Basta con solamente encender el televisor…
1984 de George Orwell
Algo está pasando…