La soberbia se quedó sin soberbios,
se tuvo que conformar con los acomplejados;
con su elocuencia cubierta de insolencia:
todo para abrirse pasoy construir los caminos que tanto necesitan,
que carecen de destino,
que no llegan a una cima;
donde nunca serán queridos,
pero habrán de ser tolerados.
Tolerados por los pacientes de la paciencia,
que por callados los creen sumisos:
callar es otra forma de protestar,y el silencio puede ser aun más abrumadorque los coros de los gritos…