jueves, 9 de septiembre de 2010

Unas pocas brechas en el tiempo para citar pensamientos


Durante el diario juego entre el sol, las nubes, las estrellas y la luna; el tiempo se detiene unos instantes para que la mente recorra deseos y recuerdos:


  • Al estar consciente de un parpadeo, citamos algún nostálgico pensamiento.
  • En el instante antes de un soplo de aliento, la mente viaja para un anhelo.
  • Al sonreír dispuestos, seguramente nos topamos una conclusión o precepto.
  • Al mirar al cielo, invocamos versos.
  • Con la vista al suelo, citamos lamentos.


Y de forma grata,
al perder la mirada;
la esperanza toma el momento del pensamiento y del tiempo…





Luego,
y como siempre;
nos incorporamos…

lunes, 6 de septiembre de 2010

El placer de impresionarme



Sobre el gris del color puedo dejar reposar una libreta, un bolígrafo y unos cuantos pensamientos ya escritos; concentrándome en la música que he ordenado para mis oídos, y los distintos caminares que suben y bajan con el ritmo del aroma de Afrodita…




Me concedo el placer de impresionarme por la simetría y la sinfonía, por la armonía entre la melodía y las pisadas femeninas; por los rostros de seriedad y sonrisas; por los labios rojos y rosados con alegría; por ojos claros y de café con melancolía; por pieles jóvenes y con años de compañía; por miradas y palabras mudas que se alojan en mi vista; por el vuelo de mi imaginación entre siluetas y sueños de algún día…

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Una muerte y un libro


Navegando por este inmenso e intangible océano para la percepción y la curiosidad, me entero que en otras culturas el primero de septiembre es el día con el que inicia el año; el cual – infiero – no debe ser dos mil diez. Tal información motivó una perdida divagación, hasta encontrarme con un nombre y un título: Margarita Porete y El Espejo de las Almas Simples…


Sólo quiero citar unas pocas líneas…



“…Caridad no obedece a ninguna cosa creada sino sólo a Amor.

Caridad no tiene nada propio y suponiendo que tenga algo, no dice nunca que sea suyo.


Caridad deja de lado su propia necesidad y acude a cumplir la de otro.

Caridad no pide remuneración a criatura alguna por un bien o placer que le otorgue.

Caridad no conoce vergüenza, ni miedo, ni dolor; es tan recta que no puede quebrarse ante nada que le acontezca.

[…]

A quien preguntase a éstas Almas libres, seguras y pacíficas, si querrían estar en el purgatorio, le responderían que no, si querrían estar en esta vida con la certitud de salvarse, le responderían que no; o si querrían estar en el paraíso, le responderían que no

[...]

Para hablar con brevedad, tomemos por ejemplo un Alma - dice Amor - que no desee ni desprecie pobreza ni tribulación, ni misa ni sermón, ni ayuno ni oración, y le dé a Naturaleza cuanto le haga falta sin remordimientos de conciencia; pues bien, esta naturaleza se halla tan bien ordenada en ella por la transformación de unidad de Amor, a la que se acopla la voluntad del Alma que no pide nada que esté prohibido.

Un Alma así no tiene cuidado de lo que pueda hacerle falta más que en el momento mismo en que le hace falta; y nadie puede dejar de cuidarse de estas cosas si no es inocente…”



La historia de Margarita y su libro es sencillamente cautivadora, pues por ahí por el año 1310, (hace 700 años de este que vivimos) ésta admirable mujer murió en la hoguera por negarse a retirar la circulación de líneas tan sublimes como las que he citado...







Si desean ver alguna otra línea o párrafo del libro: El Espejo de las Almas Simples