miércoles, 18 de septiembre de 2013

Confío y Espero...


Los códigos de la sociedad tienden a configurarse en virtud de cómo se amanece. Algo de ello hay en El principio noventa diez pero, por qué lo digo, bueno, porque hoy me topé con una de esas frases positivas y alentadoras que dicen cosas como vive tu momento, aprovecha las oportunidades, y bueno, respecto a las oportunidades – que no se repiten, supuestamente – muy sabio es eso que me conseguí que dice que las mismas están ligadas a una persona, y que cuando usted busca una oportunidad es realmente a alguien a quien usted busca. Pero bueno, equis, eso no es lo que tengo en la mente, vuelvo con lo de las frases positivas. Encontré algo de información para complementar mi delirio: Fe, con una extensa familia léxica – lo cual es interesante, porque se hace más confuso, o abstracto – Fe, entre otras varias cosas, es confiar, y confiar es, bueno; confíen, lo dejo hasta ahí. La otra palabra: Esperanza, de esperar – más concreto – Fe y Esperanza, algo así como Esperar y Confiar (en mi lógica la espera antecede a la confianza, al revés, pues, no me suena mucho) Cuando leí aquello de que el mundo y sus oportunidades esperan por ti y, eso de vive tu momento – yo también lo he dicho, por cierto – vienen a mi mente Esperar y Confiar. Ahora bien; Principio noventa diez – otra vez – Un mensaje alentador puede ser ofensivo o molesto cuando la Fe y la Esperanza no acompañan a la mañana. Paradójicamente algo triste presta mejor consuelo, y aquí, en lo triste, la lógica en el orden antes expuesto se conmuta; aquí si es válido decir, Confío y Espero – Fe y Esperanza – a partir del hecho triste, a partir de la desdicha. La virtud es un infortunio Justine, y la crítica es, pues, un apodo para el anhelo. Saludos en letras…


domingo, 15 de septiembre de 2013

Fibonacci


Yo
siento
tristeza
cuando descubro
pasivamente personas
desesperanzándoseles los viejos tiempos

Pues
sienten
confusión
aunque recuerden
activamente momentos
inarrebatables o no ya que no están.

¡Quién
pudo
saberse
abandonado
lamentablemente así!
Haber olvidado por no poder recordar…

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cólico…


Por qué nos agradará, por qué lo seguiremos albergando. Las pequeñas molestias se suman y no se sanan. Los malestares cuando no se desplazan se reciclan y empezamos, una, dos y tantas veces; vasos que ya no se desbordan porque no se llenan y vacíos que se desconocen porque no se acaban. Luego pensamos y nos creemos tontos, pero no se trata de tonterías, el pesar chiquito no acongoja y por lo general, siempre suele haber un malestar presente por el cual hay que preocuparse, constantemente; y entonces la vida nos la descontamos a sorbos a gritos y jalones; así le protestamos al cuerpo para llegarle al alma. Rezamos a una deidad Moda que nos otorga nuevas infelicidades por las que hay dejar el fruto del trabajo (el propio y el de otros) Nos ocupamos persiguiéndonos; creyendo alcanzar círculos, el tiempo sigue su marcha y las pequeñas molestias crecen, pero ya no las reconocemos y entonces reclamamos estupideces. Se lamen los lemas y se importa la sapiencia; pensamos, para creer creyendo al argumento como una buena idea… Idealizamos, para decepcionarnos con los resultados, para hacernos adictos u obsesionados; obstinados quizás para discutir y apasionarnos en un problema que no conocemos bien pero lo vemos mal. Es posible que el amor se trate de eso, de dejar pasar pequeñas molestias, para luego no entendernos y así mejor excusarnos, como cuando vamos al baño: nos sentamos buscando luego sentirnos mejor…


viernes, 6 de septiembre de 2013

Just a Thought...


Hay, digamos; dos posturas en una pareja – para no caer en eso de que si el hombre es tal y la mujer es cual – una, cuyo fin básico estriba en medios complejos, y otra; cuyo fin complejo estriba en medios básicos… ¿Cómo? Bueno. Tomemos aquello que hace uno de los dos para tener sexo. Así es. En cuanto al otro; utiliza ese sexo para conseguir algo ulterior…

@OrlanSilva ;-)