Si tan solo pudiera cambiarte no sólo el arte
cambiaría, sino que nos haríamos al sernos y al vernos nos habríamos de
realizar. Así pensaba el alma sin templo y así predicaba el viento los momentos.
Quería saber del cosmos pero más supe del miedo. Quería pensar que podía
provocarte. Te saludé y me contestaste, esta vez no quise imaginarte; tú no
imaginas cuánto ha viajado tu nombre a ojos cerrados y corazón abierto: suele olvidarse
cómo aprender a usar este cuerpo. Puedo caminar y caminarme los sueños, al fin
y al cabo no llevan rostros los gestos. Siempre pensé que tú eras las voces,
pero también recordé lo tanto que pienso tus labios; cuánto lo imaginé, cuánto
quise sentir de tus besos, cuánto quise deseos en tu piel: suele olvidarse cómo
aprender a usar este cuerpo…
Blog dedicado a la redacción de escritos, en su mayoría originales. /Blog focused on original writings mostly
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miércoles, 30 de mayo de 2012
jueves, 3 de mayo de 2012
Nos mantenemos…
Viendo versar las acciones que nadan en el
delirio del silencio. Muchas páginas enumeradas para agruparse como las ideas,
muchos verbos para predicar la intuición. Cónsonas discordias para sinfonías populares.
La gente quiere celebrar. La Ocupación puede resultar ser vicio al que no se le
compra pero sí se le paga. Una rutina a crédito sin créditos para descansar. Nos
mantenemos…
Nos mantenemos en la espera, ocupados;
desocupados para algunas preocupaciones: muy propio por apropiarnos. Fui a la
tienda a comprarme algunas verdades, las mentiras pierden valor a causa de la
ilusión. La gente celebra y se endeuda: hay que amanecer al despertar. No
estaban dormidos quienes la dejaron pasar. Tiendas cerca a quién puede y cercas
en las tiendas a quién cree. Para creer no hubo que pagar. Sigamos: seguimos al
bostezo…
lunes, 30 de abril de 2012
Por aquí por allá…
Cae la tarde bajo edades del Sol, se saludan y
se despiden las sombras y los reflejos. Sonríe una luna por verse desde el día
y el día todavía no ha sido de la noche. Se anuncian algunas estrellas, el
cielo cambia sus azules; nos toca prender las luces. Manos sobre palabras para
no perder ideas, para que el orden se mantenga: toca una pausa para asimilar.
Planes de hoy para mañana y deseos del mañana para hoy. Se juegan los tiempos
mientras se pasa la página: nacen ganas de subrayar. Una cicatriz para el
libro: esa necesidad de no olvidar. Las personas también tienen líneas que unos
tachan y otros remarcan: algunos cuerpos han sido releídos. El gusto es íntimo y silencioso cuando la música es la
única invitada a las ganas de escuchar. Siguen las manos sobre el texto. Un reloj,
una hora: volvemos inevitablemente a evocar. Yo por aquí y tú por allá,
buscando palabras mismas en libros distintos. Se mueven los labios pero es sólo
la música. Deseos de hoy para el ayer y planes del ayer para hoy. La cama, la
calma; las palmas: el alma. Nos despedimos sin saludarnos: tú por aquí y yo por
allá…
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viernes, 27 de abril de 2012
Testigo
Sin fe confesaban al haberse visto caídos:
corríamos y resbalamos por no saber frenar. Desconocidas las caras con tanto
espejo roto, mucho gesto sin rostro y mucho rastro que nada gustaba. La
molestia con el tiempo es indiferencia y así se empiezan a permitir
prohibiciones. El vendedor salía de soslayo por el portal del enrejado, para su
suerte, a medio cerrar. En un principio, la situación se agravaba, pero nadie
tenía qué gravar. Los insultos, que con el ruido se suman a un ruido mayor, usualmente,
no definieron reclamos. La sangre suele saber tomar su lugar para gritos y
silencios. Llovía, todos los sabían. Cuando el cielo viste gris la gente
debería vestir colorida; como aquella mujer de turquesa que llegó a aquel sitio
sepia. Caen el vendedor de espejos y la pareja de la moto, todos vestidos de
negro…
jueves, 26 de abril de 2012
Siempre nunca buenos, y malos nunca siempre…
Resulta
interesante percibir cómo todos cuentan una historia de buenos y malos a
conveniencia y no por convención. No se trata de descubrir descubiertos, mucho
menos darse cuenta de un cuento más. Me refiero al albergue, a las posturas que
se albergan. Como siempre: un tercero culpable para un primero que nunca es
inocente…
Un
amigo me decía que siempre hay un rico malo opresor para el siempre pobre y
pobre siempre. Cada día una anécdota, un hecho que justifique porqués y
carencias a causa de la abundancia ajena; por supuesto, mala. No hay forma que
una buena carencia bien se vea. Yo por mi parte, albergo desastres, y como él,
mi amigo; siempre tengo un cuento nunca bueno, malo también…
Víctimas
para sumar y justicia que se le resta. Lo justo es digno cuando se trabaja para
ello. Ambos nos acomodamos y nos justificamos en injusticias contrapuestas. No hay
cabida para silogismos si la razón es un asunto de volumen. ¿Será que grito
entonces, o mejor callo para pretender genialidad?
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martes, 10 de abril de 2012
Verde para seguir y rojo para parar
Un Ford, no lo había visto. Una muchacha que cruza y varios que la vemos pasar. Una parada que no se usa y un autobús a cargar. Una canción otra canción. Un hombre espera la luz para comerciar. Unas gotas, pero no parece lluvia. Una molestia en la nariz y un dedo disponible para ayudar a la respiración. Unas galletas, no las quiero. Nacen ganas pero no nacen baños. Un pesar de poco sentir, tal vez un recuerdo por el lugar. Un poco de humo, pero sin ganas de toser. Verde para seguir y rojo para parar. Dos niños cruzan, no quieren cruzar. Una muchacha pasa y otra muchacha mira. Es verde pero no debo avanzar. Un Renault conocido, un quiosco y dos quioscos. A la izquierda, luego a la derecha, a la izquierda de nuevo y rojo para parar. Un muchacho, una muchacha, un beso. Un recuerdo, una risa para el momento. Una llamada, un policía, verde; seguimos. Un mensaje de voz, un mensaje de texto. Te amo, sonrisas para el momento. Una hora, una hora sin tiempo, una distancia, un destino cierto. Amarillo, sigo o me detengo. Una corneta, un insulto. Subo volumen al estéreo. Un par de canciones un canto a los adentros. Tiempo. Un estacionamiento. Luces. Un puesto. Un ticket en la cartera y recuento del dinero. Unos pasos, un peso. Algo de nervios. Una muchacha espera. Apago el teléfono. Una coincidencia, una lección del momento. Te amo ahora es te odio y presente ahora es recuerdo…
lunes, 19 de marzo de 2012
Sin distingos pero pronunciable...
Sin distingos pero pronunciable:
algo que lo niega todoy todo lo que acepta nada.
Brotaban recuerdos a razón del insomnio;
un cuerpo es también un temploen el que las caricias son ofrendas al deseo.
Fríos y calores se llaman desde el viento,
pero no se sabe si se pudo
cuando se sabe que no pudo haber sido;
el sueño y la realidad se mezclan,
como la mayoría simple y la mayoría absoluta:
absolutamente simpley simplemente absoluta.
Sin distingos pero pronunciable:
todo lo que niega algoy nada que lo acepte todo...
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miércoles, 14 de marzo de 2012
Se llega para esperar…
Esperando para llegar a la espera: ansiedades no errantes y si itinerantes; estas también evolucionan como las penas. Así como esas peleas entre comprar y tener y tener y usar, todas rebeldes al aprovechamiento; del cual ya no es temporal su amnesia. Las penas aprenden, como los seres, a no dejarse ahuyentar. Los placebos son cada vez más costosos y menos caros. El empeño sufre de insomnio, por eso la realidad no sueña; por eso la rutina ve con ojeras, por eso: a la espera se llega para esperar…
miércoles, 7 de marzo de 2012
Hoy nos cumplimos…
No se ha perdido la costumbre de conectarse con las anécdotas que el honor alberga en sus memorias, siempre es posible llevarse una servilleta, un portavaso, quizás el ticket de entrada; o sencillamente el sabor de los pasos que han andado por los recorridos. Hay palabras que sólo son nombradas cuando la rutina queda atrapada fuera del alma libre, ansiosa; curiosa, ávida de momentos por vivir y aromas por sentir. Una nueva aventura está por comenzar cuando un texto ha de publicarse, ya sea para quien lo lea o para quien lo escriba. Es así como el alegre recuerdo recuerda; así como yo recuerdo los besos de tus labios y los que mis labios te prometen. Hoy nos cumplimos…
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miércoles, 29 de febrero de 2012
Una nada para cada todo…
Ejemplos y ejemplares concurrieron al encuentro de la búsqueda todavía errante: todos tienen razón, por eso se equivocan. Se contempla lo que se presume sublime como se percibe: no está de moda quien se abstiene de usar el móvil cuando se le habla, no está de moda quien no necesite que se le repitan las cosas por falta de atención. Abstraídos más no abstractos; lo último tampoco está de moda hasta que la misma moda lo decida en sus variadas modalidades. Afirmar cada negación y creer negar la afirmación: una nada para cada todo…
Todos tienen razón, por eso nos equivocamos, equivocarse también está de moda; es otra modalidad…
Así de alegre, serio y cierto…
Acariciaba la textura de una hoja seca que descansaba en mis manos, yacía sentado y tentado a las brisas; esas que venían de tus labios atentos pretendiéndome distraído. A media vuelta me topé con un beso, que no fue ni era el primero, pero como cada uno: un instante eterno. Resulta un poco difícil describir las sonrisas después de un pacto de labios, las sonrisas no suelen ser serias, pero cuando son así son sinceras y ya eso es seriedad. Un beso es un juramento y su sonrisa el asiento; así lo siento por cierto, como el sepia que fue verde y cuyo húmedo sentir fue dado a los vientos. Así de alegre, serio y cierto…
martes, 28 de febrero de 2012
De cabinas y pocetas…
Se paseaban algunas rutinas como sí lo rutinario se pudiera pasear, algo así como una obligación por gusto, que es muy distinto al gusto por la obligación; de lo último se habla como problema y no como virtud, siendo así entonces: la rutina encontró una rutina de distracción sin mucha abstracción. Un poco de música para aislarse de ruido que acompaña la diaria caminata hacia el lugar de trabajo; ya se sabe que hay un empleo. Un saludo inconscientemente acartonado; se pregunta por el ánimo pero sin ánimo alguno de escuchar una respuesta distinta a la de siempre, siempre se está bien, “aquí,” o “Chévere;” que ayuda a presumir dónde queda el lugar de trabajo. Un encuentro a media mañana con amigos o compañeros de trabajo; después de ocho horas, cinco días y un poco más de diez años; un jefe es como un padre cuando dobla la edad y cuando no, es más bien un hermano. Así también son los compañeros de trabajo, que incluso van a la casa el domingo y el viernes por la noche a los tragos. Se dice alguna pequeña mentira que haga la conversación interesante, la verdad siempre aburre, está comprobado, basta con ver las noticias y los noticieros. Un sorbo de tiempo para ir al baño a una cabina, donde no puede haber más uno si se ha de usar el equipo completo; ahí se puede invitar a la abstracción con un poco de imaginación, ignorando por supuesto al olor distractor. Sin espejos, pero conversando con el alma: si cambiara esta vida…
lunes, 27 de febrero de 2012
Momento recurrente…
La disección en la decepción no acerca respuestas sin herirse con tantos filos de preguntas. Reflexionar un poco obstina mucho para la voluntad de la negación. Muchos gritos se citan pero no se escuchan, las lágrimas ya pasaron de la pena a la alergia; cuesta un poco respirar. Los soplos de aliento ya no buscan besos ni nombres sino aire anónimo en un cuarto gris de tos y de humo. Las manos insisten con fracaso el cubrir un rostro desenmascarado, las palabras no se ordenaron y las letras se hicieron garabatos. No hay última carta que pueda proclamar un adiós mientras el pasado no abandona y el olvido olvida olvidar. Por eso y por ahora, nunca sobra una más de las faltas…
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viernes, 24 de febrero de 2012
Otra victoria más para la derrota…
Lástima que lastimaba aún más, no era un tema de resignación por antes haber negado; difícil negar a la nada cuando no fue algo primero. Se nos acompañaban las soledades con la abstracción, la misma que se empecinaba en mentalizarnos lejos. No era que sobrara la falta de atención, era más bien que faltaban las sobras que nos calmaban la sed a medias. Conformarnos con formarnos para un acto ya declarado; otra victoria más para la derrota y de rotas promesas nos saciamos. Nos perturbamos, nos masturbamos, más por el alma que por desalmados…
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