Déjate;
déjate de vez en cuando:
Déjate despertar con la sonrisa del amanecer,
deja que el viento descubra tus secretos cuando cierras tus ojos,
deja al cielo ser bálsamo sobre tu cuerpo;
déjate querer por el momento…
Desnúdate,
desnúdate de cuando en vez:
Desnúdate y conócete,
déjate conocer como verdad.
Deja a las manos nobles de tu ser y del ser amado,
déjate seducir sin telas ni trapos…
Permítete;
de tiempo en tiempo, permítete:
La arena y el mar se hacen orilla para conocerte desde los pies.
Permíteles,
permítete…
Concede,
y algunas veces concédete:
La noche y sus estrellas brillan para ti,
la luna y su luz posan para tus sueños.
Concédeles,
concédete…
Vive;
más que nada, vive:
La rutina espera por algunas sonrisas,
la esperanza se despierta con tu día a día…
Déjate;
déjate de vez en cuando…